Durante el primer año de gestión, el Despacho de la Primera Dama ha trabajado con profunda convicción para mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan, llevando atención, esperanza y dignidad a comunidades de todo el país. Bajo una visión centrada en la niñez, el desarrollo humano y la inclusión social, se han impulsado proyectos transformadores que reflejan el poder de la colaboración y el compromiso genuino con el bienestar de los panameños.
El programa insignia Iluminando la Infancia, ha trazado una hoja de ruta clara: Transformar la vida de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad que residen en albergues, fomentando entornos seguros, afectivos y llenos de oportunidades. Esta visión se fortaleció con la realización de la Primera Gala Benéfica, cuyo objetivo fue recaudar fondos para continuar dignificando estos espacios de protección.
La educación, el juego y la cultura han sido pilares fundamentales para sembrar futuro. A través de recorridos culturales, bibliotecas móviles, espacios de lectura, actividades steam y clases lúdicas en primera infancia, se han promovido experiencias enriquecedoras que estimulan el pensamiento creativo, el desarrollo emocional y el amor por el aprendizaje desde temprana edad.
El trabajo en salud ha sido igualmente contundente. Mediante clínicas móviles, ferias médicas, campañas de prevención y acceso a servicios especializados, se logró acercar atención integral a miles de personas. Estos esfuerzos han brindado respuestas reales en temas como salud visual y auditiva, salud bucal, bienestar emocional y detección temprana del cáncer, con acciones dirigidas tanto a mujeres, como adultos mayores, estudiantes y mascotas, reconociendo la salud como un derecho universal y una base para el desarrollo humano.
También se ha estado presente donde más se necesita: En las escuelas rurales con problemas de acceso a agua potable, en comunidades con necesidades urgentes, en centros penitenciarios que requieren esperanza y en hogares que esperan una oportunidad para mejorar. A través de programas de donaciones, proyectos de agua segura, iniciativas de resocialización y jornadas solidarias, se ha extendido una mano que abraza, escucha y actúa.
Asimismo, se han rescatado y renovado espacios públicos que hoy inspiran a las familias a soñar, compartir y crecer juntas. El Parque Recreativo Omar y el Parque Metropolitano de David se han convertido en lugares de encuentro y aprendizaje, con nuevas atracciones que celebran la cultura, la ciencia y el juego como herramientas para el bienestar colectivo.
Este primer año de trabajo ha sido posible gracias a la articulación con instituciones públicas, la empresa privada, universidades, fundaciones y cientos de voluntarios que se han sumado con generosidad y entrega. Unidos, hemos demostrado que cuando el servicio se guía por la empatía y la voluntad de transformar, los resultados se sienten en el corazón de cada comunidad.
El camino apenas comienza, pero la dirección es clara: Trabajar con firmeza, sensibilidad y compromiso por una sociedad más justa, solidaria y humana. Desde el Despacho de la Primera Dama, seguiremos impulsando acciones que respondan a las verdaderas necesidades de nuestra gente, iluminando vidas con amor, propósito y dignidad.